Para que todos los aparatos de una vivienda estén conectados simultáneamente a una red de control a distancia, se necesita una tecnología denominada “domótica”. Dicha tecnología puede encargarse de las luces, enchufes eléctricos, electrodomésticos, sistemas de calefacción y refrigeración, al igual que de los sistemas de seguridad del lugar; facilitando así el manejo y control de estos.
La domótica es un sistema capaz de recaudar información que provenga de sensores o entradas para procesarla y luego enviar órdenes a unos actuadores o salidas; es decir, la domótica usa simultáneamente la electricidad, la electrónica y la informática para conseguir automatizar todos los elementos eléctricos de la vivienda, accediendo a redes exteriores de comunicación o información.
Se relaciona el origen de esta tecnología con el inicio de los años 90, ya que es en esta década que empieza un boom de investigaciones sobre el sector tecnológico y la sociedad comienza a crear iniciativas con los nuevos conocimientos adquiridos.
Sin embargo, estos conocimientos no eran suficientes por lo que complicaba el inicio de este sistema, por no entender del todo las grandes posibilidades y capacidades de la domótica, es por esto que su expansión no fue inmediata como se esperaba.
Problemáticas a enfrentar en España
Como todo inicio de nuevas tecnologías, nada es sencillo debido a tener que enfrentarse con factores que incluso en el principio no fueron detallados o estudiados.
En España los productos de domótica estaban fabricados basándose en las normas europeas, pero pensando en consumidores extranjeros, causando rechazo en primera instancia por los consumidores españoles.
Otro factor que afectó fue el no tener suficiente personal calificado en el país, lo que provocaba diversos inconvenientes al momento de diseñar e instalar los productos o dispositivos.
Como casi todas las nuevas creaciones tecnológicas, estas tienen altos costos de lanzamiento, como los de la domótica que eran excesivamente elevados. Los primeros prototipos eran extremadamente costosos lo que limitó la expansión de la tecnología.
Por otra parte los organismos públicos encargados de fomentar el lanzamiento, no apoyaron lo suficiente, lo que, junto a los pocos recursos con los que contaban las empresas instaladoras, influyó en un déficit al momento de dar a conocer los productos.
Por último, al no tener suficiente conocimiento sobre el uso y manejo de este nuevo sistema tecnológico, los usuarios generaron cierto rechazo por temer por el bienestar de los habitantes de la vivienda, pensando en posibles riesgos o inconvenientes en el control de la tecnología.
La domótica se postula en el mercado como una solución al futuro de forma eficiente. Mejorando la calidad de vida de los usuarios a través del confort y seguridad que ofrece a las viviendas y a sus integrantes. Una de las grandes ventajas es que este sistema puede adecuarse a aquellas viviendas que no sean de nuevas construcciones, por lo que es adaptable sin tantas dificultades.
El usuario tiende a adquirir en su mayoría este tipo de sistema tecnológico para el control de la seguridad del hogar. A través de la domótica se puede manejar las cámaras de seguridad, se pueden activar sensores de movimientos y también controlar los accesos de la vivienda, desde puertas hasta ventanas.
Por otra parte la facilidad de manejo logra eliminar aquellas tareas tediosas de dirigirse a apagar las luces, o de levantarse a pasarle seguro a las puertas, es por esto que se compara a este sistema tecnológico como al momento de la creación del control remoto para televisores.
Diversos estudios aproximan que aquellas viviendas inteligentes, es decir, que cuentan con tecnología domótica, reducen el consumo eléctrico entre un 10% del gasto actual, ocurriendo en algunos casos un 25% y hasta 50% de ahorro, dependiendo de las variaciones de consumo de cada casa.
Esto ocurre también por la misma facilidad de manejo de los sistemas de la vivienda, pudiendo controlar el sistema eléctrico, desde las luces encendidas hasta el funcionamiento de electrodomésticos. Es por esto que los televisores, aires acondicionados, equipos de sonido, entre otros, pueden ser apagados al momento de no encontrarse en funcionamiento, incluso desde largas distancias, evitando así dejar luces encendidas al salir al trabajo, o aires acondicionados enfriando en cuartos lejanos.
Como se ha mencionado anteriormente, la domótica da acceso a través de dispositivos móviles lo que permite conexión a largas distancias, es por esto que el fin de los dispositivos Iot (El Internet de las Cosas, como son sus siglas en inglés) y de los sistemas domóticos, es el de convertir el hogar en una casa inteligente a través de esa conexión entre objetos y dispositivos.
En un informe realizado por la Asociación Española de Domótica (CEDOM), este sector está en una etapa de gran crecimiento en los últimos años. El volumen de facturación de los fabricantes de sistemas de este tipo ha ido en aumento en el mercado español. Es por esto que esta asociación a través de su objetivo de promoción de la domótica, reúne a los diferentes agentes del sector domótico nacional.
En España existen varias empresas que ofrecen servicios de control domótico para convertir una casa común a una inteligente, o como es en inglés “Smart home”. Así que es indispensable mencionar algunas de estas empresas que han sido indicadas por la Asociación Española de Domótica: