Desde que el ser humano tomó conciencia, ha utilizado su ingenio para facilitar tareas, desde el empleo de herramientas para minimizar el esfuerzo hasta la creación de complejos sistemas que faciliten las faenas más complicadas.
El último siglo ha representado el epítome del desarrollo humano, es donde históricamente se ha visto el mayor desarrollo tecnológico de la humanidad hasta los momentos, a tal punto que nos cuesta concebir la vida sin nuestras comodidades tecnológicas actuales.
Hoy en día poseemos innumerables dispositivos que nos facilitan enormemente la vida, pasando de teléfonos inteligentes, electrodomésticos inteligentes hasta carros inteligentes pero, ¿qué tanto se ha hablado de casas inteligentes?
En los últimos años ha ido surgiendo poco a poco un fenómeno denominado Domótica que consiste en, básicamente, dotar nuestros hogares de la capacidad de realizar por sí mismos tareas sencillas como encender o apagar luces y aparatos electrónicos, por mencionar una de muchas otras cosas.
Dichas capacidades abarcan gran cantidad de acciones, desde la ya mencionada y simple tarea de encender una luz hasta controlar los suministros de agua, electricidad o gas de la casa. Pasando por activación y manejo de electrodomésticos.
Todas estas características dotan a nuestros hogares con ‘inteligencia’ que les confiere cierta autonomía, brindándonos un confort que, hasta ahora, solo habíamos visto en películas de ciencia ficción.
Entre muchas otras cosas, nuestros hogares, gracias a esta tecnología podrán: regular la calefacción, encender o apagar luces, activar o desactivar electrodomésticos, controlar persianas, sistemas de riego, abrir o cerrar cerrojos y cerraduras.
Incluso representan una mejora en la seguridad y el ahorro además de la comodidad, puesto que reduce el gasto de electricidad, agua y gas, y se le pueden integrar cámaras y sensores de movimiento que contribuyan con la seguridad del hogar.
En pocas palabras, la domótica nos permite disfrutar aún más de nuestros hogares, brindándonos mayor tiempo para relajarnos mientras que la propia vivienda se ocupa por sí misma de diversas tareas.
Después de lo anteriormente mencionado cabe preguntarse, si todo es tan bueno como suena en cuanto a la domótica se refiere, ¿por qué tan poca gente posee dichos sistemas?
La domótica lleva poco tiempo de haber sido refinada y pulida, aún tiene muchos tabúes (por decirlo de alguna manera) con respecto a su uso.
Uno de los principales es su instalación. Muchos descartan la implementación de los sistemas domóticos porque consideran, en la mayoría de los casos por desconocimiento, que su instalación es muy complicada, pero eso está muy lejos de la realidad.
Para la instalación de un sistema domótico, ya sea para una casa, oficinas o negocio, era necesario hacerlo desde que comenzaba a hacerse la obra, es decir, la estructura y cableado era diseñado con la idea de incluir el sistema.
Lo anterior mencionado es una de las razones por la cuales muchas personas ni siquiera consideran adquirir un sistema domótico para sus casas. Puesto que simplemente siente que, como su casa ya no contaba con el sistema desde su construcción, no podrán acceder a él.
Por otro lado, otro retractor es la idea de que, si no construías tu casa desde el inicio para albergar un sistema de tecnología domótica o comprabas una casa que no lo poseyera, se tendría que realizar amplios trabajos estructurales a la vivienda.
Dichos trabajos no solo resultarían costosos, sino que durarían bastante tiempo, puesto que se tendría que acondicionar el cableado entero principalmente, junto a otros aspectos de la vivienda lo que, al final, resultaría muy incómodo.
Estos serían los principales estigmas a la hora de contratar e incorporar la tecnología domótica a nuestros hogares los cuales son bastante válidos, no obstante, la tecnología domótica ha avanzado tanto que actualmente ofrece muchas alternativas mucho menos invasivas y te las nombramos a continuación.
Éste método sería el primero que comentábamos a la hora nombrar las razones por las cuales la gente omitía la posibilidad adquirir sistemas domóticos para sus hogares porque, en efecto, requiere que la tecnología sea incorporada desde el momento en el que se contruye la vivienda.
Es cierto que es difícil de utilizar puesto que requiere que la casa incorpore la tecnología domótica desde su planificación hasta su posterior construcción y, la verdad, en general las casa se compran ya construidas y la mayoría no incorporan estos sistemas.
No obstante, es el más fiable, puesto que toda la estructura del sistema domótico estará integrado directamente a la estructura de la casa mediante cable KNX comunicando todos los elemento KNX del sistema.
Como se mencionaba más arriba, éste método consiste en remodelar una vivienda que no posea tecnología domótica para adaptarla a los requerimientos de éste y poder integrarla. Muy similar a la instalación estructural aunque posiblemente más incómoda.
Igual de fiable que el método anterior, pero más engorroso, puesto que, dependiendo de la casa, hará necesaria un remodelación en mayor o menor medida. Remodelación que puede durar de días a varias semanas.
Aquí es donde la domótica empieza a mostrar su maduración tecnológica, puesto que pasa de ser necesaria una instalación de cableado completa a solo necesitar conectar un par de dispositivos al sistema central energético de la casa, mientras que la mayoría de dispositivos se reparten por la casa libremente y se comunican entre ellos inalámbricamente.
Supone ventajas enormes con respecto a los métodos de instalación anteriores, puesto que las modificaciones serán mínimas y se pueden adaptar a cualquier casa sin necesidad que que ésta haya sido diseñada desde el comienzo para albergar esta tecnología.
De este método podemos destacar dos variantes:
Como su nombre lo indica, para esta instalación solo será necesario que la casa cuente con conexión WiFi, cosa que, al día de hoy, es sumamente común en todos los hogares por lo que no es ningún requerimiento especial.
Además, no se verán afectados por fallas de la conectividad a Internet, puesto que los dispositivos solo requieren de estar conectados a la misma red inalámbrica para poder comunicarse con la central.
¿Pero qué pasaría si alguien lograra hackear mi WiFI? ¿No vulneraría eso mi seguridad? Si tu preocupación es esa, te presentamos el siguiente método:
Instalación inalámbrica por ondas de radio: este método de instalación, al igual que el método por wifi, no requiere de una instalación compleja, solo que, en vez de utilizar la conexión inalámbrica doméstica, los dispositivos emiten ondas de radio.
Dichas ondas de radio, similares a las que utilizan los equipos de radio de los hogares, carros y teléfonos, son más que suficientes para que los equipos del sistema domótico se comuniquen entre sí.
Así pues, podemos constatar cómo la tecnología se renueva a sí misma para brindarnos mayores comodidades y oportunidades. Lo que ayer parecía difícil y hasta imposible, mañana será súmamente sencillo.
La tecnología domótica había sido rechazada en el pasado debido, en parte, a las dificultades que suponía su instalación, pero que ahora ha sido resuelto gracias a las tecnologías inalámbricas. ¡Gracias, siglo 21!
El poder acceder a esta tecnología de automatización doméstica de manera sencilla, abrirá la puerta a que muchos más hogares se vuelvan más ‘inteligentes’, brindándonos comodidades que antes solo podíamos soñar.